¿Puedo ir al dentista estando enfermo?

Es probable que en alguna ocasión te hayas encontrado con la duda de si anular o no tu cita con el dentista a causa de algún malestar o enfermedad. Existen varios factores que condicionan la visita al odontólogo, que dependerán del tipo de dolencia que sufras y del tratamiento a realizar en tu caso.

El malestar que presentes juega un papel crucial a la hora de asistir a tu cita con el dentista. Por ejemplo, un intenso dolor de cabeza puede intensificarse aún más durante la visita. En estos casos, puedes considerar tomar algún analgésico que te ayude a mitigar las molestias antes de llegar a la consulta. Asimismo, los fármacos que tomemos para mitigar nuestros problemas y dolores deben ser informados al dentista, por si sus efectos secundarios pudieran agravarse durante la visita.

No obstante, existen otras circunstancias que debes considerar y que son importantes tanto para tu bienestar como el de las personas que te rodean, y si tienes dudas, lo ideal será que llames antes de asistir a la cita programada para que te guíen y decidir si postergar tu consulta o proceder con ella.

A continuación contestaremos algunas de las dudas más frecuentes que llegan a nuestra consulta al respecto:

¿Puedo ir al dentista con «anginas inflamadas»?

La amigdalitis suele ser una de las principales infecciones de garganta que normalmente va asociada a un resfriado común o la gripe. Esta infección está provocada en un 70% de los casos por virus, siendo las bacterias el motivo del 30% restante.

En la mayoría de los casos suele ir acompañada de fiebre y malestar general que puede llegar a ser severo cuando la enfermedad evoluciona. En este caso, lo más sensato es acudir al médico previamente para que realice un diagnóstico e indique el tratamiento más adecuado, para programar una nueva cita con nuestro dentista cuando ya no haya rastro de infección. La amigdalitis vírica es contagiosa, y esta dolencia en general tiende a agravarse fácilmente si no se recibe el tratamiento adecuado y no se reposa lo necesario, razón por la cual en este caso sí que es lo recomendable no acudir al dentista hasta que no hayamos superado la enfermedad.

Es posible que el consultorio comprenda tus razones y posponga tu cita para otro momento. No obstante, posponer demasiado tu consulta será perjudicial para los resultados que esperas.

El malestar juega un papel crucial, dado que tienes toda la disposición de ir y planeas hacerlo es importante que imagines a detalle las posibles complicaciones. Considera que con una gripe o cualquier otra dolencia los factores externos a tu alrededor alterarán tus niveles de estrés y padecimientos. Entonces, lo primero es ver todo desde una perspectiva muy amplia. Además, recuerda que piensas también en el bien de aquellos que te rodean, es decir, tomar las medidas preventivas correspondientes a los síntomas que presentes para evitar el contagio.

Por ejemplo, si presentas un dolor de cabeza intenso, considera el ruido, la claridad entre otros factores que lo intensifiquen para que llegar al consultorio dental sin un agravamiento del dolor. Recuerda que en este caso se trata de tolerancia del dolor.

Si el dolor que presentas no es tan fuerte y constante lo más sugerido es asistir al odontólogo, quizás con ciertos analgésicos, reduzcas o elimines el dolor de cabeza.

¿Tus síntomas son contagiosos?

Si decidiste asistir a tu consulta a pesar del dolor, ¡felicidades! Lo más seguro es que tu dentista considere tu condición y se adapte a esas necesidades para evitar hacerte sentir peor. No obstante, si lo que tienes es contagioso la historia es distinta.

Las enfermedades de alto contagio merecen una atención especial. Cuando la padeces pones en riesgo el bienestar de otros, si no tomas las medidas preventivas e higiénicas correctas. Entonces, debes pensar cómo afectaría a aquellos que se encuentran a tu alrededor, especialmente, en el consultorio dental.

Deberás hacer una conjetura detallada que esté basada en los síntomas presentes, por ejemplo, el estornudo, la tos, entre otros.

¿Imposible contener el malestar?

Si presentas un resfriado común es normal que el estornudo o la tos producida por la enfermedad sea difícil de contener. Lo mismo sucede con algún virus o gripe. Lo mejor en este caso es llamar al consultorio para que te informes de sus políticas con respecto a tus síntomas, con el fin de determinar las sugerencias del dentista.

Si el cuadro gripal fue hace unos días y los efectos del malestar han disminuido o ya no los sientes, es importante que lo sepas: tanto la gripe como otros virus siguen alojados en el organismo luego de una semana.

Es importante que consideres algo, cuando puedes contagiar a alguien lo ideal será que llames antes de asistir a la cita pautada. Desde las instalaciones decidirán si postergar tu consulta o proceder con ella. En el caso que acepte tu condición lo más probable será una serie de recomendaciones a seguir para asistir a la cita

La cita no se pospuso ¿y ahora?

Necesitas considerar ciertas cosas que posiblemente singuen presentes en tu salud, entre ellas:

En cualquiera de los casos asegúrate de contar con los analgésicos necesarios, usa pañuelo para la tos y el estornudo. Posiblemente presentes congestión nasal, esto te dificultará cuando estés con tu higienista dental. No olvides indicarle cuando necesites respirar para que detenga brevemente el procedimiento.

Es un hecho, si decidiste acudir a tu cita, recuerda tomar las prevenciones necesarias para ti y los demás. No acudas sin antes consultarlo con los encargados del consultorio para evitar complicaciones inesperadas

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