Las aftas son pequeñas protuberancias blancas o llagas rodeadas por una zona enrojecida. Si bien las aftas no son contagiosas, se las suele confundir con el herpes labial, causado por el virus del herpes. Quizá sea útil recordar que las aftas aparecen dentro de la boca, mientras que el herpes labial usualmente lo hace fuera de ella.

Las aftas pueden repetirse y ser menores (pequeñas), mayores (grandes) o herpetiformes (múltiples, en grupos o en racimos). Las aftas son afecciones comunes y suelen reaparecer. Si bien no se conoce la causa exacta de las mismas, algunos expertos creen que pueden verse involucrados problemas del sistema inmunológico, bacterias o virus.

Aftas menores, aftas mayores y aftas herpetiformes

Factores como el estrés, los traumas, las alergias, el tabaquismo, la deficiencia de hierro u otras vitaminas en especial la vitamina C y la herencia también contribuyen a que una persona sea más propensa a padecer aftas. Al final, como en muchos otros padecimientos, un estilo de vida adecuado te puede ayudar a evitar la aparición de las aftas.

Estas lesiones suelen curarse después de 7 a10 días, si bien los brotes recurrentes son comunes. Los ungüentos tópicos de venta libre y los analgésicos proporcionan alivio temporal. El uso de enjuagues bucales antimicrobianos ayuda a reducir la irritación. A veces, se recetan antibióticos para reducir una infección secundaria.

¿Cuándo acudir a tu odontólogo?

Debes acudir con tu médico cuando presentes aftas más grandes de lo habitual, al presentar brotes frecuentes, es decir aftas que aparecen después de que sanaron las anteriores, aftas que duran dos semanas o más, cuando tienes dolor extremo, presentar dificultades para comer o beber o cuando presentas fiebre.

Descubre más desde Unidad del Ángel - Odontólogos

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Sigue leyendo