Cuando los pequeños se chupan el pulgar
Un reflejo natural en los niños es chuparse el pulgar, además de sentirse seguros y contentos, les ayuda a conocer su mundo además de darles una sensación calmante y ayudarlos a dormir. Lo mismo puede suceder con otros objetos como el chupón.
Sin embargo, al aparecer los dientes permanentes este hábito de chuparse los pulgares puede interferir con el desarrollo de los dientes, la adaptación en general y cambios en las estructuras de la boca como, por ejemplo, en el paladar. Los chupones pueden generar los mismos efectos en los dientes, sin embargo, puede ser más fácil romper este hábito.
Los problemas dentales relacionados con este hábito suelen estar determinados por la intensidad de la costumbre. Si el hábito es demasiado agresivo puede causar problemas con los dientes de leche, sin embargo, los que son más pasivos pueden tener menores probabilidades de tener dificultades a futuro.
Los niños suelen dejar de chuparse los dedos entre los dos y los cuatro años, o al momento en el que los dientes frontales permanentes comienzan a salir. Sin embargo, si se observan cambios en los dientes de leche es buena idea consultar con el odontólogo.
Consejos para ayudar a tu hijo a romper el hábito de chuparse el pulgar
- Elógialo por no chuparse el pulgar
- En muchas ocasiones el hábito de chuparse el pulgar viene porque se sienten inseguros o incómodos; centrarse en corregir las causas de ansiedad o proporcionar consuelo para el niño puede ayudarlo a romper el hábito.
- Cuando el niño es un poco mayor explicarle las opciones para romper con esa costumbre puede ayudarle a implicarle en el proceso.
- Acudir con el odontólogo para que le explique las consecuencias de mantener el hábito de chuparse el pulgar. Además de ofrecer ánimo y apoyo.
- Existen esmaltes para desalentar el hábito de chuparse el pulgar, pregunta a tu odontólogo que marca te recomienda.
Existen más opciones un poco más invasivas para los pequeños como vendarles el pulgar a manera de recordatorio o ponerles un calcetín en la mano durante las noches, cuando ninguna de las opciones anteriores funcionó. El odontólogo o pediatra pueden prescribir medicamentos amargos para cubrir el pulgar entre otros tratamientos.
Nunca es demasiado temprano para cuidar la salud dental, recuerda que si corregimos los malos hábitos dentales desde pequeños podemos ahorrarnos tiempo, dinero y salud a lo largo del tiempo. Estamos para ayudarte con todas tus dudas y para cuidar tu salud dental.
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