La falta de algún diente es un problema muy común entre los adultos, ya sea por haber sufrido algún traumatismo en la zona de la boca, o como consecuencia de alguna complicación de la salud dental.

Causas de la falta de algún diente

perdida dentalLos problemas relacionados con la peridodoncia, gingivitis y periodontitis especialmente, pueden acabar con la caída de los dientes en casos extremos, ya que estos pierden fijación y agarre al tener la encía deteriorada y como consecuencia se acaban cayendo.
Estos problemas suelen estar relacionados con una higiene dental deficiente, por lo que siempre conviene que realices una limpieza dental profesional cada 8-10 meses como medida efectiva de prevención.
En ocasiones el odontólogo puede requerir la extracción de alguna pieza dental a causa de una infección muy avanzada que no pueda solucionarse con obturaciones y endodoncias, para evitar que la infección dañe a otros dientes adyacentes, causando de esta manera la pérdida de uno o varios dientes.
Otra causa común es cuando se padece de un apiñamiento severo. En algunas ocasiones el ortodoncista recomienda la extracción de algún premolar, para con el hueco dejado por el diente poder colocar perfectamente el resto de la boca.

Efectos de la pérdida dentaria

Problemas derivados de la falta de piezas dentales

La falta de algún diente puede suponer una serie de problemas al paciente, tanto funcionales y de salud como estéticos y psicológicos. Incluso en los casos más extremos donde la pérdida de los dientes es total, se producen graves alteraciones en los tejidos orales.

Problemas funcionales

La falta de algún diente o incluso de la totalidad lleva consigo problemas de fonación, es decir complicaciones a la hora de pronunciar correctamente algunos fonemas o sonidos.
Problemas a la hora de la masticación, una dentadura en mal estado nos complica la trituración de los alimentos, siendo en muchas veces insuficiente y forzando al estomago a realizar parte del trabajo que debería hacer nuestra boca.
Muchas veces si te falta alguna muela en algún lado de la boca, tienes que dejar de masticar por ese lado, forzando el resto de dientes y provocando un desgaste mayor en la zona.
Tus encías también sufren más, puesto que el alimento se deposita en el hueco dejado por el diente y al masticar el apoyo y la fuerza la realiza completamente la encía, con el consiguiente desgaste de la misma.
Otro problema es la pérdida de hueso que se produce en el maxilar cuando se pierde un diente y no sustituye a tiempo por un implante dental o una prótesis sea fija o removible.
Además al tener un espacio vacío los dientes adyacentes tienden a ocuparlo, desplazándose y provocando la aparición de nuevos espacios en los dientes y aumentando el riesgo de sufrir caries.

Problemas relacionados con la estética

Son especialmente importantes cuando la falta de piezas dentales se produce en la zona de la sonrisa, suponiendo en ocasiones la aparición de complejos en algunas personas.
La pérdida ósea que se produce ante la falta de dientes, lleva consigo una deformación de los rasgos faciales,  provocando un hundimiento del labio.

Solución a la falta de piezas dentales

Los implantes dentales son la mejor solución para reponer las piezas dentales perdidas. El implante dental actúa como si fuera la raíz del diente, fusionándose con el propio hueso del maxilar del paciente, y evitando con ello la pérdida ósea producida por la caída del diente.

Mucha gente piensa que la intervención para colocar un implante es complicada o dolorosa, pero nada más alejado de la realidad, por poner un ejemplo, esta operación es mucho menos molesta que la extracción de una muela.

Normalmente se realiza con anestesia local, incluso en menor cantidad que la utilizada para una extracción dental.

En definitiva, es el especialista en tu salud dental quien deberá determinar cuál es el mejor camino a seguir en tu tratamiento, basándose en un diagnóstico personalizado que incluye factores de todos los ámbitos.