Este compuesto se usa tanto en belleza como en salud, repostería y el aseo del hogar.
¿Es cierto todo lo que se dice de él?
Dientes blancos, cabellos brillantes y sedosos, cocinas impecables, refrigeradores sin olores, hotcakes deliciosos y sobre todo, perfectamente inflados… todo esto y mucho más prometen las recetas caseras con bicarbonato de sodio que se encuentran por montones en Internet. Junto con estas soluciones a problemas de belleza y a otros más domésticos, como la limpieza de enseres y objetos del hogar, aparecen soluciones a males estomacales y digestivos e incluso, a enfermedades más delicadas como el cáncer. ¿Es cierto todo esto? ¿Debemos confiar en estos remedios que ofrece ‘doctor’ Google? ¿Qué poderes tiene este químico?
El bicarbonato de sodio (o bicarbonato de soda o bicarbonato sódico) es una sal de ácido carbónico que se obtiene gracias a un proceso químico. Es blanco cristalino y es soluble en el agua.
A pesar de emplearse hace más de un siglo para fines caseros y curativos, los expertos recomiendan tomar con prudencia la serie de fórmulas que circulan por Internet. El efecto del bicarbonato –como álcali [con propiedades alcalinas]– consiste, según el material con el que haga contacto, en mantener o aumentar el pH. Además actúa como un agente ABRASIVO. Antes de emplearlo conviene estar correctamente informado sobre sus bondades para aprovecharlo mejor. Su uso en la limpieza del hogar está aceptado porque es inocuo. Sin embargo, su aplicación en tratamientos de belleza y de salud aún es visto con circunspección.
En referencia a las recetas mágicas que encontramos en Internet: aplicar el bicarbonato con unas gotas de agua, con pasta dental, con aceite «natural» de coco, limón y otras muchas sustancias tienen un grave riesgo para la integridad de tu esmalte dental ya que al ser uno de los únicos tejidos del cuerpo humano que NO se regeneran el desgaste por abrasión que le provoques con dichas mezclas será IRREVERSIBLE. Además de crear sensibilidad dental y adelgazamiento del esmalte (lo que ocasionará caries ) al ser una superficie que ya no es lisa se adherirán a él todos los pigmentos que normalmente consumimos durante la alimentación . Si el objetivo es blanquear los dientes, hay que tener cuidado, pues el bicarbonato de sodio podría erosionar el esmalte de las piezas dentales de forma irreversible también.
«Lo mejor es recurrir a un tratamiento odontológico asistido por un especialista».
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