Caninos incluidos, retenidos o impactados y su tratamiento

Los dientes incluidos, también conocidos como retenidos o impactados, son aquellos dientes que, a pesar de haberse formado totalmente, no han llegado a emerger en la boca durante el periodo habitual, y permanecen dentro del hueso maxilar parcial o completamente.

A pesar de que puede ocurrir, indistintamente, con dientes temporales (los dientes de leche de los niños) o permanentes, así como en cualquier pieza dental, el proceso de inclusión es más común en las muelas del juicio y en los caninos –colmillos- superiores.

Esto sucede porque estos son los últimos dientes en erupcionar en la boca y, por lo tanto, tienden a no tener suficiente espacio para salir.

Se trata de una situación muy frecuente entre la población mayor de 15 años y sus graves consecuencias exigen una reacción precoz. Para la detección de estos dientes incluidos se realizará una serie de radiografías de la boca que ayuden a descartar patologías y a determinar las causas del retraso en la erupción.

Clasificación de dientes incluidos

Existen dos tipos de inclusiones de dientes:

Inclusión total: Es el caso de aquellos dientes que se han quedado completamente dentro del hueso maxilar y que no han emergido lo más mínimo a través de la encía.

Inclusión parcial: Los dientes semi-incluidos o semi-impactados son aquellos que han erupcionado parcialmente en la boca y, dada su posición, son más vulnerables a las bacterias por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes.

En los casos en los que el diente emerge de manera parcial, se pueden apreciar algunos síntomas como la inflamación y sensibilidad en las encías, por lo que son más fáciles de detectar que los dientes completamente incluidos.

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Estos son algunos de sus síntomas:

  • Mal aliento
  • Dolor o sensibilidad en las encías
  • Dolor de cabeza o de mandíbula prolongado
  • Enrojecimiento de las encías que se localizan alrededor del diente retenido
  • Sabor de boca desagradable
  • Espacio visible donde debería haber salido el diente

Causas y complicaciones derivadas de los dientes retenidos

A pesar de que no en todos los casos existe un factor claro que haya derivado en un diente incluido, algunas de las causas más comunes de este proceso son las siguientes:

  • Infecciones
  • Traumatismos
  • Genética
  • Falta de espacio en la boca
  • Malnutrición
  • Respiración bucal
  • Amígdalas hipertróficas
  • Sinusitis
  • Alergias respiratorias

En cuanto a las consecuencias derivadas de las inclusiones dentarias, estas pueden ser numerosas y algunas muy graves, ya que el diente incluido que adquiere una malposición puede impactar contra los dientes vecinos y causar algunas de las siguientes complicaciones:

  • Reabsorción de la raíz de los dientes vecinos dañando su estructura
  • Daños en la estructura anatómica (seno maxilar, troncos nerviosos, raíces de dientes adyacentes…)
  • Infecciones
  • Alteraciones en el resto de dientes (pueden provocar apiñamiento)
  • Aparición de bolsas periodontales
  • Problemas de masticación
  • Formación de caries por la placa acumulada entre los dientes y encías
  • Desarrollo de quistes o tumores
  • Molestia crónica en la boca
  • Maloclusión
  • Problemas de la Articulación Temporomandibular

Los dientes semi-incluidos son más vulnerables a las bacterias de la boca por lo que pueden sufrir infecciones recurrentes.

Recolocación a base de tracción de los caninos incluidos

Tras las muelas del juicio, los caninos (colmillos) son los dientes que presentan mayores problemas de erupción. La causa más común en estos casos suele ser la falta de espacio en la arcada o que la posición del diente dentro del hueso es incorrecta.

A diferencia de las muelas del juicio, los caninos adquieren mucha importancia en el conjunto de los dientes ya que se trata de piezas dentales muy fuertes y que ayudan a dirigir el movimiento de la oclusión. Es por ello que, si la posición del canino es favorable, el tratamiento más recomendable es la recolocación del mismo en la arcada dentaria mediante una intervención combinada entre el cirujano maxilofacial y el ortodoncista.

Canino retenido

La intervención en el caso de los caninos incluidos exige que el cirujano realice una pequeña apertura en el lugar donde se encuentra retenido el colmillo (también denominado fenestración), para permitir al ortodoncista colocar un bracket o soporte que colabore en la tracción del diente.

Esta intervención también se realiza con anestesia local y tiene una duración de entre 20 y 25 minutos. Su postoperatorio conlleva un ligero edema y requiere de una dieta blanda durante dos o tres días, tiempo tras el cual el paciente podrá comenzar su tratamiento de ortodoncia que ayude a alinear el canino junto con el resto de la arcada.

Debido a las graves consecuencias que puede acarrear un diente impactado o retenido, es necesario escoger a profesionales con larga experiencia en la materia, que escojan el mejor tratamiento.

Asegúrate de acudir con un ortodoncista debidamente actualizado y certificado, cuida tu salud.