Ciertamente las palabras son poderosas pero esta vez nos referimos específicamente a uno de los órganos más especializados y poderosos que tiene tu cuerpo: La lengua.

La lengua está compuesta de 7 haces musculares, es un órgano móvil situado en el interior de la boca, impar, medio y simétrico, que desempeña importantes funciones como la hidratación de la boca y alimentos mediante la salivación, la deglución, el lenguaje y el sentido del gusto. Deglutir y hablar son acciones prácticamente imposibles sin ella.

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La lengua, en condiciones normales, a la hora de tragar, se coloca tocando ligeramente la parte delantera del paladar; en cambio, cuando hay  un hábito de interposición lingual, la lengua se encuentra descansando entre los dientes de forma inconsciente y en el acto de tragar aparece entre los dientes superiores e inferiores.

 Hábito de deglución átipica

Este hábito de interposición lingual es una práctica adquirida con la lengua por repetición frecuente de un mismo acto, que en un principio es consciente y posteriormente inconsciente, siendo como resultado un hábito nocivo para el desarrollo de los molares y para la correcta posición de los dientes.

Es importante detectar esto a tiempo para poder reeducar  la lengua en su correcta posición.

No solo observamos la posición de los dientes, sino también la posición de la lengua al tragar para evitar que se desarrolle un mal hábito. Además si no se corrige puede provocar una alteración en el desarrollo y causar una deformación, como podría ser una mordida abierta (falta de contacto entre los dientes superiores e inferiores), entre otras.

Los ortodoncistas nos preocupamos por la estética de tu sonrisa pero nunca descuidamos los factores funcionales y al estar certificados como Ortopedistas Maxilares (Por segunda ocasión) ante el COMOM estamos capacitados para corregir este mal hábito con aparatos ortopedicomaxilares y aparatología fija para reeducar la lengua con el fin de que al terminar el tratamiento, el hábito de  interposición lingual haya desaparecido.

Normalmente, suele aparecer en edades muy tempranas, siendo recomendable visitar al Ortopedista Maxilar lo antes posible para descartar su aparición.

Si tienes mordida abierta anterior o sospechas de padecer este habito visítanos, somos expertos en sonrisas perfectas.

Agenda tu cita y usa la fuerza (de tu lengua) de modo correcto.

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